Los días de verano han pasado de 90 a 145, en los últimos 50 años, en las principales ciudades españolas, según un estudio de la UPC
En las principales ciudades de la España peninsular el incremento medio de las temperaturas ha sido de 3,54°C, entre 1971 y 2022, y son de las que registran las anomalías climáticas más acusadas del mundo. En estos últimos 50 años, los días de verano han pasado de 90 a 145, lo que representa otros dos meses de días cálidos. Y las noches tropicales se han incrementado en 18 y han pasado de una media de 45 a 63. Así se desprende de un estudio elaborado por el Centro de Política del Suelo y Valoraciones (CPSV) de la Universidad Politécnica de Catalunya - BarcelonaTech ( UPC).
26/04/2023
El 2022 fue el segundo año más cálido registrado en Europa, con 0,9°C más de promedio. En muchos países del sudoeste de Europa, fue el más cálido. Las anomalías de temperatura más altas ocurrieron en el noreste de Escandinavia y en los países que bordean el noroeste del mar Mediterráneo.
Precisamente, el Mediterráneo es considerado uno de los puntos más vulnerables al cambio climático del siglo XXI; la temperatura media sobre el Mediterráneo tiene un aumento más alto que el promedio global y es un factor clave para explicar el aumento de las temperaturas en España. De hecho, la costa española, que ha experimentado aumentos de más de 2°C en los últimos años, es uno de los puntos calientes del cambio climático dentro del área mediterránea.
El Centro de Política del Suelo y Valoraciones (CPSV) de la Universitat Politècnica de Catalunya - BarcelonaTech (UPC), vinculado a la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB), ha analizado el proceso de calentamiento en las principales áreas urbanas españolas desde que se realizaron registros unificados, a principios de los años 70. Para ello, ha desarrollado una metodología con la que ha analizado la evolución experimentada por las temperaturas entre 1971 y 2022 en 21 estaciones meteorológicas representativas de todas las comunidades autónomas. Se han estudiado Barcelona (con datos recogidos en las estaciones meteorológicas del Observatorio Fabra y del aeropuerto del Prat), Madrid (parque del Retiro y aeropuerto), Valencia, Zaragoza, Sevilla, Málaga, Bilbao, Valladolid, Ciudad Real, Badajoz, Asturias, La Coruña, Ourense, Murcia, Logroño, Palma de Mallorca, Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife.
Según los resultados del estudio, el incremento de temperaturas, especialmente en el caso de eventos extremos como son las olas de calor (HW, Heatwaves), además del disconfort que generan, son un factor de riesgo acusado para la salud. Según la información que ofrece la base de datos MoMo, durante el verano de 2022 se produjeron 22.249 muertes adicionales respecto a la mortalidad esperada, de las cuales un mínimo de 4.732 se debió a las elevadas temperaturas.
Incremento medio de temperatura y olas de calor
Los resultados muestran que el incremento medio de las temperaturas en las principales ciudades de la España peninsular ha subido 3,54° C, en cuanto a las máximas, así como 2,73 en el caso de las mínimas. Y 2022 ha sido, por regla general, el año más cálido desde que se tienen registros. La investigación realizada muestra que la influencia continental se manifiesta principalmente en el aumento de las temperaturas máximas, mientras que en la zona de influencia mediterránea el aumento de las temperaturas mínimas es más acusado (con un mayor efecto en la mortalidad). En cambio, las costas cantábrica y atlántica, así como, sobre todo, Canarias, presentan incrementos menos pronunciados, por debajo de los 2°C.
El aumento de las temperaturas entre 1971 y 2022 en estas urbes, tanto de día como de noche, es superior a la media mediterránea.
Palma de Mallorca y Barcelona (día y noche), Murcia (día), así como Ciudad Real, Zaragoza y Madrid (noche) han registrado las temperaturas más acusadas.
El estudio también presenta las olas de calor diurnas (Diurnal HeatWaves, DHW) y nocturnas (Night HeatWaves, NHW) experimentadas por las ciudades estudiadas. Dada la falta de consenso acerca de cómo definir las olas de calor, se utilizan dos metodologías complementarias. Por un lado, el criterio general empleado por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), corregido para diferenciar las DHW y las NHW: define como ola de calor cuando se producen 3 o más días con temperaturas superiores al percentil 95% de los meses de julio y agosto del periodo de referencia (1971-2000). Y, por otro, el método desarrollado por el CPSV de la UPC (Serra et al, https://doi.org/10.21203/rs.3.rs-2095725/v1), que permite diferenciar olas de calor (y de frío), diurnas y nocturnas, a lo largo de todo el año.
El primer método permite constatar que el aumento de las olas de calor diurnas y nocturnas (y de los días calurosos asociados a las mismas) ha sido constante a lo largo del periodo estudiado. Las olas de calor diurnas (DHW) han pasado de 3, como media anual en el conjunto de las estaciones estudiadas en la década 1971-1980, a 9,4 en el período 1981-1990; a 8,8 en el de 1991-2000; a 13,7 en el de 2001-2010; a 15,8 en el de 2011-2020, y a 21,9 en la década 2013-2022.
En cuanto a las olas de calor nocturnas (NHW), han pasado de 2,7 en la década 1971-1980, a 6,8 (1981-1990); a 8,8 (1991-2000); a 20,7 (2001-2010); a 25,7 (2011- 2020), y a 30 en la década 2013-2022. El estudio realizado muestra que el incremento de las olas de calor nocturnas (NHW) es claramente más pronunciado que el de las diurnas (DHW).
De forma adicional, el método del CPSV de la UPC confirma el incremento de las olas de calor a lo largo de los últimos 52 años. En total, 2.491 olas de calor diurnas (DHW) en las 21 estaciones meteorológicas, con un total de 10.348 días de calor proporcionalmente elevado asociados a las mismas. Incremento que representa que las DHW se han multiplicado por 6,98 entre la década 1971-1980 y la década 2013-2022 (y por 9,48 los días calientes). En cuanto a las olas de calor nocturnas, se han detectado 2.732 en el conjunto de las estaciones analizadas, ascendiendo a 11.469 noches calientes, y se han multiplicado por 10,83 las NHW entre la década 1971-2000 y 2013-2022 (y por 12,94 las noches cálidas).
Para el conjunto de las 21 estaciones meteorológicas estudiadas, los días de verano (TX >= 25°C) han pasado de 90 en 1971 a 145 en 2022, lo cual representa que vivimos dos meses más de días de verano. Por su parte, las noches tropicales (TN >= 20°C) se han incrementado en 18, pasando de una media de 45 en toda España en 1971 a 63 en 2022.
En relación con el periodo 1971-2022, las anomalías climáticas son mucho más acusadas (1,49°C) en las ciudades españolas que a escala mundial (0,71°C). Los expertos alertan, pues, que el calentamiento global se está cebando en los principales sistemas urbanos de España.
El estudio ‘Global Warming in Spanish Cities’ del CPSV se ha presentado en la Asamblea General 2023 de la European Geoscience Union (EGU), que tiene lugar hasta el 28 de abril en Viena. El trabajo lo han realizado desde el CPSV Blanca Arellano, Josep Roca Cladera y Zhang Xu, profesores de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB) de la UPC, con la colaboración de Dolors Martínez, de esta misma escuela, y Carina Serra y Xavier Lana, profesores de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de Barcelona (ETSEIB).