La UPC y el Ayuntamiento de Barcelona presentan, en un libro, una nueva manera de proyectar la arquitectura para construir entornos accesibles
El 11 de diciembre, Laia Ortiz, teniente de alcaldía de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Barcelona; Toni Salvadó, director de Modelo Urbano del Ayuntamiento de Barcelona, y Ramon Carbonell, presidente del Consejo Social de la UPC, han presentado el libro que han impulsado, '4 Wheelchair-User Architects (4WUA) ', en el espacio 4 del Palau de la Virreina de Barcelona. Escrito por cuatro arquitectos formados por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura del Vallès (ETSAV), el libro propone mejorar la calidad de vida de las personas con la transformación del entorno construido.
11/12/2017
La presentación del libro, el día 11 de diciembre, en el Palau de la Virreina de Barcelona, también ha incluido un diálogo entre los arquitectos autores del libro, moderado por la profesora de la ETSAV Marta Serra, sobre cómo se proyecta la arquitectura desde una silla de ruedas.
A partir de sus propias visiones, los autores del libro '4 Wheelchair-User Architects (4WUA)' –editado por Iniciativa Digital Politécnica y la editorial Gustavo Gili– comparten situaciones cotidianas, tanto arquitectónicas como de otros tipos, con el que se encuentran las personas que van en silla de ruedas y contra las que luchan diariamente. Los cuatro son lesionados medulares que van en silla de ruedas y en este libro presentan su proyecto arquitectónico –proyecto fin de carrera en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura del Vallés (ETSAV) de la UPC–, basándose en sus propias capacidades e intereses, y muestran cómo ciudades inicialmente inaccesibles y de gran patrimonio cultural y paisajístico pueden quedar plenamente integradas y ser accesibles, ilustrando así un punto de partida que debería ser imperativo en todos los proyectos de arquitectura.
Vistas desde una silla de ruedas, las ciudades cambian radicalmente. Y los planos de estas ciudades, según se evidencia en el libro, también deberían cambiar, para representar cómo las ven las personas ciegas, las que se mueven en silla de ruedas, las personas mayores .... Los autores introducen al lector en un amplio abanico de nuevos puntos de vista, en otras maneras de percibir el medio en general y la arquitectura en particular, rompiendo los estereotipos según los cuales todo aquello relacionado con la accesibilidad y el diseño universal 'es sinónimo de feo, triste y deprimente '. En definitiva, hacen una revisión de cómo se debe representar la arquitectura y la accesibilidad, con la capacidad de 'ponerse en la piel del otro' y con el objetivo "de hacer ciudades más justas e igualitarias, para ser más sostenibles y mejorar la calidad de vida de todos", como afirma el profesor Miguel Usandizaga, del Departamento de Teoría e Historia de la Arquitectura y Técnicas de la Comunicación de la UPC, impulsor y coordinador del proyecto.
En su introducción del libro, Usandizaga anima a los profesionales del sector a estudiar estos proyectos desarrollados por arquitectos usuarios de silla de ruedas, porque "les ayudará a proyectar mejor, a hacer mejor su trabajo y, en definitiva, a sentirse más útiles y mejores".
Redibujar la ciudad, a partir del plano de G. Nolli
El clásico plano de Roma hecho por el arquitecto italiano del siglo XVIII Giambattista Nolli ha servido de modelo para representar la cartografía urbana en este libro: el color blanco representa los espacios accesibles, el negro o gris representa lo infranqueable y el azul se utiliza para los espacios que pueden ser potencialmente accesibles con la implementación del proyecto propuesto; una manera de poner de manifiesto que si la cartografía urbana siguiera esta convención gráfica facilitaría la vida de muchísimas personas, no sólo de los usuarios de sillas de ruedas.
Por primera vez en una publicación se comparan cuatro proyectos de arquitectura que tienen en común un mismo modo de concebir y diseñar la arquitectura: desde una silla de ruedas.
- Marta Bordas sitúa su proyecto Acceso para todos en la ciudad de París, en las inmediaciones del río Sena, cerca de la torre Eiffel. En esta zona reforma el Palais de Tokyio, con los espacios públicos cercanos y con la orilla del río Sena para crear un paseo libre de obstáculos. Este proyecto fue presentado al Premio Schindler 2006 que impulsa proyectos de entornos construidos accesibles. Según la arquitecta, "aprender de las experiencias directas de usuarios de silla de ruedas, en arquitectura y diseño urbano, puede proporcionar herramientas para comprender más profundamente cómo construir entornos accesibles”.
- En su proyecto 'Accessibilitiy, Topography, Heritage (ATH)', Sergio García quiere dar respuesta a la accesibilidad escasa del casco antiguo de Girona, facilitando tanto la movilidad de los habitantes de la ciudad, como la de los turistas y visitantes ocasionales. El arquitecto aspira a que "la accesibilidad pase a ser algo normal, que pase desapercibida y que todos, independientemente de cualquier limitación, pasemos a vivir en un contexto de integración e inclusión completas".
- Por su parte, Carlos Vidal apuesta por “una concienciación que lleve a los profesionales a diseñar y construir para todos con un toque de humanidad, de empatía y de creatividad, más allá de las normativas de accesibilidad”. Su proyecto Convergent Diversity se centra en la ciudad suiza de Berna y tiene como objetivo mejorar la accesibilidad en el extremo noreste de la ciudad antigua, la llamada área Schützenmatt, y generar nuevas conexiones con el río Aare y las rutas que unen los barrios altos, para lograr una convivencia armoniosa entre una amplia variedad de tejido social. Este proyecto fue uno de los diez finalistas del concurso Schindler Europa 2012.
- Finalmente, para Natalia Pérez “no se debería diseñar nada para que fuera utilizado exclusivamente por un colectivo en particular, con o sin discapacidad. Cuanto más usuarios puedan beneficiarse del mismo, con independencia de su condición física o mental, más rentable, sostenible, satisfactorio y barato será a largo plazo”. En su proyecto I'mpossible, con el que ganó el primer Premio Schlinder en 2012, propone que la ciudad de Bonifacio, en el sur de Córcega, caracterizada por una movilidad deficiente e inadecuada tanto en accesibilidad como en conectividad básica, pase a ser una ciudad abierta a todos. La arquitecta propone una serie de elementos para facilitar y agilizar el libre movimiento, que a la vez conllevarían una mejora económica, social y urbana de esta zona costera.
Un 8,3% de la población (132.133 personas) de Barcelona, según el censo del 2016, tiene una discapacidad reconocida y gran parte de ella requiere de una adaptación para facilitar su movilidad.
El libro '4 Wheelchair-User Architects (4WUA)' “fomenta una arquitectura estética y ética, una arquitectura ideada por profesionales con discapacidad para construir espacios amables, cómodos, accesibles e inclusivos para todas las personas más allá de si tienen algún tipo de discapacidad o de diversidad funciona”, afirma los responsables del Instituto Municipal de Personas con Discapacidad del Ayuntamiento de Barcelona. Este Instituto ha querido promover esta publicación en tanto que es un proyecto que se enmarca en el objetivo −marcado en el Plan de Accesibilidad Universal 2018-2026− de hacer de Barcelona una ciudad para todos, en la que todas las personas se muevan libremente y con plena autonomía, donde vecinos y vecinas puedan participar en igualdad de condiciones. “Queremos poner la vida de las personas en el centro de nuestras políticas y garantizar el pleno ejercicio de sus derechos”.
LOCUS, el inicio del proyecto '4WUA'
La semilla de este libro está en un programa intensivo Erasmus promovido y financiado por la Unión Europea, y titulado Let 's Open Cities for Us (LOCUS), que durante tres años consecutivos (2008-2010) se organizó en la UPC, a través de la ETSAV y la Cátedra de Accesibilidad de la Universidad, y que dirigieron la estudiante de doctorado Marta Bordas y el profesor Miguel Usandizaga. El programa se realizó en cuatro ciudades de la península ibérica, con la participación de profesores y estudiantes de arquitectura de varias universidades europeas, que analizaron y diseñaron soluciones a los problemas de accesibilidad de las personas en edificios y ciudades. El programa LOCUS tuvo continuidad en los programas Let 's Open Tourism for Us (2011-2013), coordinado por la École Nationale Supérieure d'Architecture de Montpellier, en Francia; EmpatiA/ Architecture and Empathy (2014, coordinado por la Tampere University of Technology School of Architecture) y Accesible Landscape (2014, coordinado por la Escuela de Arquitectura y Paisaje de la Università degli Studi Mediterranea di Reggio Calabria, en Italia). En uno u otro de estos programas intensivos han participado 19 universidades europeas, africanas, americanas o asiáticas.