El CCD culmina la celebración de los 30 años con una fiesta de la cooperación
Un niño de la zona rural senegalesa de Thiancoumalal manipulando una de las piezas de la instalación solar de su escuela
En marcha 54 nuevos proyectos
Actualmente, en el marco de la convocatoria de ayudas de 2022 del CCD, están en marcha 54 iniciativas, entre las que se encuentran proyectos de educación para el desarrollo, de cooperación internacional, de investigación y de ámbito local. Participan, en conjunto, 245 personas, de las cuales más de un centenar son de la UPC, que actúan en una veintena de países. Todas las iniciativas se realizan en colaboración con universidades, ONG, entidades sociales y otros organismos.
A través de esta convocatoria de ayudas, la UPC ha asignado 250.000 euros, procedentes de la Campaña 0,7 %, que se nutre de aportaciones voluntarias del PDI y el PAS, y del estudiantado, que lo hacen en el momento de la matrícula.
La suma del conocimiento
El CCD se constituyó en diciembre de 2021, por acuerdo del Consejo de Gobierno, en una unidad operativa en el seno de los centros docentes. De esta forma, la participación activa la comunidad universitaria en iniciativas solidarias y de cooperación se suma al conocimiento específico de la Universidad en los ámbitos de la arquitectura, la ingeniería, las ciencias y la tecnología.
El 18 de mayo, la plaza de las Constelaciones del Campus Diagonal Norte, en Barcelona, ha acogido la fiesta de clausura de la celebración de los 30 años del Centro de Cooperación para el Desarrollo (CCD) de la UPC. Tres décadas durante las cuales se han llevado a cabo cerca de 2.300 proyectos, que han implicado a cientos de personas de la comunidad universitaria y a más de mil entidades y organismos de todo el mundo.
19/05/2023
Los actos de celebración de los 30 años del Centro de Cooperación para el Desarrollo de la Universitat Politècnica de Catalunya - BarcelonaTech (UPC) se iniciaron el pasado octubre, coincidiendo con el inicio del curso académico 2022-2023. Desde entonces, en escuelas y facultades de la UPC se han sucedido actos, talleres y charlas para poner de relieve las actividades impulsadas desde este centro, especialmente a través de proyectos llevados a cabo en países de todo el mundo, pero también de iniciativas de sensibilización o acción social en municipios catalanes. Unas experiencias que, además de aportar soluciones para necesidades concretas, han enriquecido a cientos de miembros de la comunidad universitaria, entre profesorado, estudiantes, personal de administración y servicios, y alumni que han participado en ellos.
Durante estos años, se han llevado a cabo un total de 2.274 proyectos, tres de los cuales sirven de muestra de cómo, desde diversos ámbitos, estas iniciativas ayudan a combatir situaciones de pobreza y vulnerabilidad y avanzar hacia un mundo más justo, equitativo y sostenible.
Las tres tienen en común que, además de ejecutar el proyecto con éxito, han generado un tejido de relaciones para realizar nuevas actuaciones o para continuar colaborando en la mejora de las condiciones de vida o de aprendizaje de diversas comunidades o colaboradores colectivos. Y en todos han participado estudiantes que han podido desarrollar, como ocurre en todas las iniciativas vinculadas al CCD, sus trabajos académicos o de investigación (trabajos de fin de grado o de máster, o tesis doctorales).
Los médicos de la Tierra
Es el caso de proyectos como los desarrollados por la asociación Minería para el Desarrollo (MpD), creada en 2006 por personal docente e investigador (PDI), estudiantes y alumni de la UPC, mayoritariamente vinculados a la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería de Manresa (EPSEM) y en la que participan también otros profesionales del sector. Uno de los proyectos es el de Optimización de la minería en Bolivia, coordinado por Pura Alfonso Abella, profesora del Departamento de Ingeniería Minera, Industrial y TIC en la EPSEM. Gracias a esta iniciativa se ha contribuido a encontrar la forma más sostenible, y con menos riesgos laborales y ambientales, de recuperar el oro sin utilizar mercurio en una comunidad de Bolivia. En paralelo, se ha apoyado el mercado de artesanía basado en el oro con criterios de comercio justo. Una experiencia que han replicado otras comunidades, con otros minerales, como el estaño.
La profesora Pura Alfonso explica que la finalidad es “conseguir que países con comunidades dedicadas la actividad minera, como Angola, Bolivia, Colombia, Ecuador o Perú, recuperen los minerales de manera eficiente y rentable, controlando la contaminación y los efectos en la salud”. En este sentido, la asociación MpD colabora con universidades sudamericanas y africanas para dotar a futuros ingenieros e ingenieras de minas de la sensibilidad suficiente “para elegir siempre la opción más sostenible, según el mineral, o buscar nuevas formas de tratarlos”, subraya Pura Alfonso, y añade: “en definitiva, que se planteen cómo intervenir para aprovechar los recursos del planeta, pero sin herirlo, como si fueran médicos de la Tierra”.
Por esta labor, la asociación MpD recibió el Premio UPC al Compromiso Social en el ámbito de la Cooperación.
Más energía solar y menos brecha digital
En Senegal, Albert Sánchez Jiménez, profesor del Departamento de Mecánica de Fluidos en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de Barcelona (ETSEIB), junto con Álvaro Luna Alloza, profesor del Departamento de Ingeniería Eléctrica en la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Industrial, Aeroespacial y Audiovisual de Terrassa (ESEIAAT), han coordinado el proyecto Acceso a la electricidad y al agua en la zona rural de Thiancoumalal, que ha dotado a una escuela de esta comunidad senegalesa con cuatro placas solares fotovoltaicas de 1,6 kilovatios de potencia instalada (kWp). Gracias a este proyecto, desarrollado junto con la asociación Papa Alpha, el centro dispone de la energía necesaria para iluminar las cuatro aulas, así como para cargar dispositivos electrónicos y pilas recargables. La iniciativa se ha completado con la aportación de tres ordenadores, procedentes del Programa Reutiliza de la UPC. Un equipamiento alimentado por la energía solar fotovoltaica de producción propia, que ha permitido ofrecer una educación más visual y digital, acortando así la brecha digital de los niños y niñas de esta población.
Tanto Álvaro Luna como Albert Sánchez ya habían electrificado y acondicionado una casa de salud en la misma zona en una iniciativa anterior al año 2020, y desde entonces han tutorizado trabajos de estudiantes de la ESEIAAT y la ETSEIB implicados en varios proyectos, a partir de los cuales han surgido otros. “Desde 2022 se trabaja para crear puntos de carga solares móviles, que podrían utilizarse en diferentes espacios y situaciones”, explica Albert Sánchez. El profesor avanza que “estos prototipos se pueden utilizar en un futuro en otras zonas en proceso de desarrollo en las que estamos llevando a cabo un proceso de diagnosis”.
Dignificar las condiciones de vida
El proyecto Claves para la detección y diagnosis de comunidades de alta vulnerabilidad socioresidencial en el barrio del Raval, en Barcelona, coordinado por Sara Vima Grau, PDI en formación del Departamento de Tecnología de la Arquitectura en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB), es fruto de su tesis doctoral. En las cuatro fases del proyecto, que han recibido ayudas del CCD durante cuatro años, han participado docentes y estudiantes de la Escuela, así como investigadoras e investigadores del grupo Rehabilitación y Restauración Arquitectónica (REARQ). En el marco del proyecto, desarrollado con la asociación Oasiurbà, se han analizado y descrito las condiciones de habitabilidad en edificios y viviendas del barrio, a fin de detectar los sectores, situaciones y comunidades especialmente vulnerables. A partir de un trabajo de campo muy amplio, en contacto con el tejido asociativo local y con el apoyo del distrito de Ciutat Vella y el Pla de Barris, se han estudiado en profundidad 650 viviendas, con 70 escaleras de vecinos, de dos sectores del Raval.
El resultado ha sido una base de datos con información técnica, legal y social, y con cartografías y planimetrías de proximidad, entre otros indicadores que “permiten identificar unas situaciones muy generalizadas, como es el caso de la falta de espacio; la poca accesibilidad, ventilación e iluminación naturales que sufren un buen número de viviendas y espacios comunes, pero también su potencial de mejora”, según Sara Vima.
El uso de herramientas como la geolocalización de resultados ha permitido, además, detectar microdesigualdades y situaciones muy críticas, dispersas en locales y viviendas diversas. Para la investigadora, “esta base común de conocimiento es imprescindible para explorar soluciones y estrategias de mejora, tanto desde el ámbito académico como por parte del tejido asociativo en lucha por una vivienda digna y las administraciones que deben ponerles recursos”.
Reflexiones sobre aprendizaje y solidaridad
Con la bautizada como 'Fiesta de la Cooperación', el CCD compartirá con la comunidad UPC, el 18 de mayo, el hito de estos 30 años de trabajo en este ámbito. La jornada festiva también servirá para seguir motivando e incentivando la participación en iniciativas para el desarrollo. Las iniciativas son posibles gracias a las aportaciones voluntarias de estudiantes y personal de la UPC a través de la Campaña 0,7 %.
Así lo explicará Gemma Fargas Ribas, directora del CCD y conductora de los actos programados en el marco de esta fiesta, que se ha iniciado con la bienvenida por parte del rector de la UPC, Daniel Crespo, y de la vicerrectora de Responsabilidad Social e Igualdad, Fina Antonijoan.
En el marco de la fiesta han tenido lugar dos mesas redondas sobre la relación entre aprendizaje y cooperación, moderadas por Dídac Ferrer, jefe del Gabinete de Innovación y Comunidad de la UPC, y en la que han participado miembros de la Universidad con una fuerte implicación en la realización de proyectos para el desarrollo.
También han estado presentes diversas entidades vinculadas a la cooperación, que han expuesto parte de su actividad. Igualmente, ha habido actuaciones musicales del grupo Afrikamet y, como clausura, se ha ofredico una cata popular de cocina senegalesa.
Premio a las mejores imágenes del Sur Global
La fiesta también ha sido el escenario de la entrega de los premios del XIX concurso Imágenes del Sur Global, en el que se han presentado 151 fotografías tomadas por estudiantes, PDI, PAS o alumni que han participado en acciones de cooperación: 82 lo han hecho en la modalidad REALIDAD (R), con obras que muestran diferentes aspectos de la vida cotidiana en los lugares donde se han desarrollado los proyectos, mientras que las otras 69, presentadas en la modalidad PROYECTOS (P), retratan el impacto de la tecnología o de la actividad llevada a cabo.
En la modalitat REALIDAD (R), el primer premio ha sido para Marc Molla García, estudiante de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicación de Barcelona (ETSETB), por la imagen 'Festival de colors', y el segundo premio para Joan Vargas, estudiante de la misma escuela, por la fotografía 'Un àpat a Xitlhelani'. En la modalidad de PROYECTOS, el primer premio lo ha ganado Arnau Martínez Alcalà, estudiante de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería Manresa (EPSEM), por la fotografía 'En la foscor', y el segundo ha sido para Judith Molero Lorenzo, alumni de la Escuela de Caminos, por su tema 'Formació d'introducció al gènere al Campament de Dones Camperoles 2022'. También se ha otorgado una mención a la imagen 'Masterclass', de Patricia Ricci Pujol, estudiante de la Escuela Politécncia Superior de Ingeniería de Vilanova i la Geltrú (EPSEVG).