Cinco proyectos con ADN UPC para luchar contra las pandemias
Cinco proyectos que cuentan con el liderazgo o participación de la UPC han sido seleccionados por la convocatoria de ayudas PANDÈMIES 2020 de la AGAUR
El proyecto DIVINE identificará los factores de riesgo que afecten a la evolución de un enfermo de COVID-19 para mejorar la atención y la gestión hospitalaria
El equipo de investigadores e investigadoras del grupo de investigación GRBIO, integrado por investigadores de la UPC y de la UB, y del IDIBELL
'Barcelona Ciutat fràgil' explora la condición de vulnerabilidad y resistencia durante el periodo del primer estado de alarma por la pandemia en la capital catalana. Imagen: Ayuntamiento de Barcelona.
Marta Llorente, coordinadora del grupo de investigación Arquitectura, Ciudad y Cultura, y Marta Serra, investigadora principal del proyecto 'Barcelona Ciudad Frágil'
Simulación del sistema que se quiere desarrollar para controlar el aforo en actos multitudinarios con drones
La investigadora Cristina Barrado, del grupo de investigación ICARUS, coordina el proyecto 'Drones against COVID-19. Propagation by Controlling Capacity in Public Spaces’
El proyecto ComMit-20 quiere determinar qué impactos, a corto y largo plazo, ha generado la pandemia por COVID-19 en el consumo de energía de los edificios
Identificar los factores de riesgo que afectan a la evolución de un paciente de COVID-19; analizar la transformación de Barcelona en una ciudad 'frágil' durante el estado de alarma; un sistema para controlar el aforo en actos multitudinarios con drones; establecer medidas para aumentar la resiliencia de los edificios y adaptarlos a los nuevos requerimientos de consumo de energía y calidad del aire, y transformar las ciudades en espacios resilientes, sostenibles y más saludables para futuras pandemias mediante la agricultura de proximidad y el reciclaje y la reducción de residuos. Estos son los cinco proyectos UPC que han sido seleccionados por la convocatoria de ayudas PANDÈMIES 2020 de la AGAUR.
16/07/2021
La convocatoria ‘Replegarse para crecer: el impacto de las pandemias en un mundo sin fronteras visibles’ (PANDÈMIES 2020) de la Agencia de Gestión de Ayudas Universitarias y de Investigación (AGAUR), ha otorgado diferentes ayudas para proyectos de investigación que tienen como objetivo analizar el impacto de la epidemia por COVID-19, en concreto, y del concepto de pandemia en general. Los proyectos, que se desarrollarán en un plazo máximo de 18 meses, proponen nuevas medidas, modelos y líneas de actuación que contribuyan a superar las consecuencias de las pandemias y a definir nuevos modelos preventivos, de análisis y de tratamiento.
De entre los 32 proyectos financiados, cinco están liderados o cuentan con la participación de investigadores e investigadoras de la Universitat Politècnica de Catalunya · BarcelonaTech (UPC): se trata de los proyectos DIVINE, 'Barcelona Ciutat Fràgil', ‘Drones against COVID-19’, ComMit-20 y 'Municipios resilientes a las pandemias mediante el nexo de la agricultura de proximidad, energía, agua y residuos. Del piloto al municipio'.
Mejorar la atención de pacientes de COVID-19 a partir de los factores de riesgo
El proyecto DIVINE, acrónimo de ‘DynamIc eValuation of COVID-19 cliNical statEs and their prognostic factors to improve the intra-hospital patient management’, tiene como objetivo identificar los factores de riesgo que afectan al pronóstico y las transiciones entre estados (ingreso, UCI, alta médica, muerte) por los cuales puede pasar un enfermo hospitalizado por COVID-19. El conocimiento de estos factores servirá para anticipar los riesgos potenciales que puede tener un enfermo desde su ingreso y tendrá una doble utilidad: proporcionar una mejor atención al paciente según su riesgo inicial y mejorar la gestión hospitalaria, sobre todo en periodos de gran presión asistencial.
Para lograr estos objetivos, se usarán datos de pacientes que se han recogido en diferentes hospitales del área metropolitana sur de Barcelona durante las distintas oleadas de la pandemia. Además, el equipo de investigación también quiere estimar el tiempo de incubación de la enfermedad (el tiempo que transcurre entre la infección y la aparición de los primeros síntomas), un dato muy útil para crear modelos de simulación que exploren la evolución de la pandemia a escala global.
El equipo está liderado por Guadalupe Gómez y cuenta con la participación de distintos miembros del grupo de investigación en Bioestadística y Bioinformática (GRBIO), integrado por investigadores de la UPC –Erik Cobo, Klaus Langohr, Daniel Fernández, Núria Pérez, Jordi Cortés y Leire Garmendia– y Mireia Besalú, de la Universidad de Barcelona (UB). El proyecto está coorganizado con un grupo de investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), encabezados por Cristian Tebé y cuenta con la participación de los hospitales de Bellvitge, Moisès Broggi (Sant Joan Despí), General del Hospitalet, de Viladecans, de Sant Boi de Llobregat, Residencia Sant Camil (Sant Pere de Ribes), Sant Antoni Abat (Vilanova i la Geltrú) y el Comarcal del Alt Penedès.
La ciudad frágil
Por su parte, el proyecto ‘Barcelona Ciutat Fràgil’ explora la condición de vulnerabilidad y resistencia durante el periodo del primer estado de alarma por la pandemia. El objetivo es cartografiar la ciudad frágil, un mapa alternativo del impacto de la pandemia en Barcelona que se pueda superponer al mapa convencional de la ciudad y que permita comparar ambas imágenes. Los investigadores quieren aflorar una espacialidad oculta y, para hacerlo, proponen crear un mapa que muestre acontecimientos y prácticas asociadas a la marginalidad y a la fragilidad de la vida vinculados al espacio.
El proyecto también mostrará prácticas creativas y poéticas, acontecimientos efímeros que, según los investigadores, se han convertido en ejercicios de resistencia con poder para crear sentido y transformar el ámbito urbano. El trabajo analiza tres ámbitos: los espacios de muerte y luto, espacios de soledad y experiencias desde el miedo; los espacios de sociabilidad y creatividad espontánea; y los espacios de vínculo e imaginarios con el entorno natural y paisajístico.
Cada ámbito se concretará en diferentes tipos de espacios a explorar y representar, por ejemplo, la experiencia del abandono y de la imposibilidad del luto; los espacios de la muerte; el estudio de la habitabilidad y el espacio doméstico; las redes de apoyo y de ayuda vecinal; la adaptación de las instituciones museísticas; los espacios de repr esentación de memoria y homenaje a quienes han sufrido durante la pandemia; el espacio público como refugio para la población migrada; los espacios de manifestación y recorridos espontáneos; la memoria o desmemoria sobre otras pandemias vividas; los espacios periféricos y las tramas urbanas, entre otros. El resultado será una web dinámica que mostrará la cartografía de esta ciudad frágil, una exposición y la edición de un libro.
El proyecto, con la profesora lectora Marta Serra como investigadora principal, es una propuesta del equipo de investigación Arquitectura, Ciudad y Cultura (ACC) y contará con un equipo de trabajo interdisciplinar formado por investigadores de otros grupos de investigación y expertos externos. El grupo ACC, coordinado por la profesora Marta Llorente y vinculado al Departamento de Teoría e Historia de la Arquitectura y Técnica de la Comunicación de la UPC, hace más de diez años que trabaja en la conceptualización y abstracción de la fragilidad urbana identificando formas de representación y ocupación posibles del espacio.
Drones para controlar aforos
El proyecto ‘Drones against COVID-19. Propagation by Controlling Capacity in Public Spaces’ parte de la idea que uno de los elementos clave en la lucha contra la COVID-19 es el control del aforo en actos multitudinarios. Cuando los actos son en espacios cerrados, es suficiente con un control de acceso, pero en actos públicos en espacios abiertos, donde el número de accesos es demasiado grande, el control del aforo solo se puede hacer desde el aire. De este modo, el uso de drones se plantea como una medida adecuada, tanto por su coste limitado como por la posibilidad de volar a baja altura. El proyecto está coordinado por la investigadora Cristina Barrado, del grupo de investigación ICARUS, y cuenta con la participación del Ayuntamiento de Castelldefels.
Por una parte, se trabajará para encontrar el modelo de dron adecuado para llevar a cabo este tipo de tarea y, por otra, mejorar los modelos de redes neuronales existentes entrenándolos para reconocer a las personas a vista de pájaro. Más allá del reconocimiento y recuento de personas, se quiere testar un nuevo modelo capaz de detectar también agrupaciones de personas a partir de las imágenes facilitadas por el dron de la policía local de Castelldefels, que colabora en el proyecto. El equipo de investigación trabajará en la optimización de un algoritmo basado en técnicas de inteligencia artificial que se pueda ejecutar en tiempo real en un dispositivo móvil (una tablet o un teléfono) conectado al dron. Todo esto respetando la protección de datos y la privacidad de las personas, puesto que se anonimizarán las imágenes que se capten mediante el desenfoque automático de los rostros de los asistentes.
Edificios en modo de emergencia pandémica
‘Designing Resilient Communities to Mitigate Pandemic and Climate Change effects’ (ComMit-20) es la propuesta liderada por el Institut de Recerca en Energía de Catalunya (IREC), entidad de investigación vinculada a la UPC, que tiene como objetivo determinar qué impactos, a corto y largo plazo, ha generado la pandemia por COVID-19 en el consumo de energía de los edificios, así como los cambios en sus patrones de uso y en los requisitos de calidad ambiental. El proyecto propondrá medidas, políticas y recomendaciones para aumentar la resiliencia de los edificios y de las comunidades urbanas integrando estos nuevos requisitos en las herramientas de diseño y planificación energética y en los sistemas de gestión de energía, haciendo énfasis en los edificios residenciales y educativos.
La iniciativa se basa en la idea que no se puede perder de vista que, al margen de la emergencia sanitaria actual, también se está ante una situación de emergencia climática. Así, se hacen necesarias soluciones de diseño y gestión flexibles para que los edificios puedan funcionar, dependiendo del contexto, priorizando los altos requisitos de calidad ambiental o minimizando el consumo de energía y de gasto. El equipo de investigación también analizará como los cambios en el uso de los edificios y las nuevas normas de ventilación afectan a los modelos de optimización de la gestión energética, así como si los métodos de inteligencia artificial implementados hasta ahora responden a situaciones como el actual o si hay que repensarlos. La idea es que los edificios puedan funcionar en ‘modo de emergencia pandémica’ sin comprometer el ‘modo de eficiencia energética’, con el menor consumo de energía posible.
Jaume Salom, responsable del grupo Thermal Energy and Building Performance del IREC, es el coordinador del proyecto ComMit-20, que también cuenta con la participación de diferentes grupos de investigación de energía térmica y rendimiento del edificio, sistemas de potencia y análisis de sistemas de energía del IREC. Por parte de la UPC, participan en el proyecto la profesora Serra Hunter Cristina Corchero, del Departamento de Estadística e Investigación Operativa de la UPC y también investigadora del IREC, y los investigadores Miquel Casals y Marcel Macarulla, del grupo de investigación de Innovación en la Construcción (GRIC), y el profesor Serra Hunter Lluc Canals, del grupo de investigación en Ingeniería de Proyectos: Diseño y Sostenibilidad (GIIP) , los tres vinculados al Departamento de Ingeniería de Proyectos y de la Construcción.
Ciudades más resilientes, sostenibles y saludables
Los investigadores Santiago Gassó y Eva Cuerva, también vinculados al GRIC y al Departamento de Ingeniería de Proyectos y de la Construcción de la UPC, y María Dolores Álvarez del Castillo, del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad, participan en el proyecto 'Municipios resilientes a las pandemias mediante el nexo de la agricultura de proximidad, energía, agua y residuos. Del piloto al municipio', coordinado por el profesor Xavier Gabarrell, responsable del grupo de investigación Sostenibilidad y Prevención Ambiental (SosteniPrA) en el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales (ICTA) de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).
El proyecto parte de la premisa de que la actual pandemia por coronavirus ha demostrado que las ciudades no estaban preparadas para este tipo de catástrofes: concentran los servicios, los puestos de trabajo, favorecen las interacciones sociales ... pero también generan el 70% de los residuos mundiales y consumen el 80% de los alimentos producidos globalmente. Esto ha constatado la poca resiliencia de las ciudades, que se ha expresado en el temor a posibles carencias en la distribución de alimentos durante el confinamiento.
Así, el proyecto quiere transformar las ciudades en espacios resilientes, sostenibles y más saludables para la actual y futuras pandemias, mediante la agricultura de proximidad y el reciclaje y la reducción de residuos. La iniciativa plantea estudiar el metabolismo de los residuos, ya que la situación vivida durante el estado de alarma ha tenido una clara incidencia en los hábitos de consumo de las familias; promover el compostaje doméstico y comunitario en edificios y escuelas, e incentivar la agricultura de proximidad, especialmente mediante la producción en las cubiertas de los edificios. También se analizará ambientalmente los diferentes procesos asociados a los tres planteamientos anteriores, mediante la caracterización de los factores de emisión de determinados compuestos (N2O, compuestos orgánicos volátiles y metano) y el análisis del ciclo de vida de los productos, y se escalarán los sistemas de reciclaje y de cultivos en cubierta para los municipios.
Asimismo, se realizará un estudio de caso centrado en el municipio de Cerdanyola, en el área metropolitana de Barcelona, para conocer y analizar los patrones de consumo y el desperdicio alimentario, así como los cambios en la generación de residuos por el incremento en el uso de envases de un solo uso a causa de las medidas higiénicas recomendadas para la prevención de contagios. También se cuantificará la aceptación social de la utilización de las cubiertas de los edificios para implementar una agricultura de proximidad y la autogestión de la fracción orgánica. Los factores de emisión se determinarán en los pilotos que se realizarán en las instalaciones experimentales de la UAB y en las dos escuelas del Vallès que participarán en el proyecto. Los resultados permitirán proponer nuevas estrategias de circularidad y sistemas cerrados de agricultura de proximidad.